La historia de Santo Domingo: exploración, colonización y conflicto

Santo Domingo es la ciudad europea más antigua del Nuevo Mundo y la capital de la ciudad más antigua de América. Ha sido una parte central de la historia del continente y sigue manteniendo el título de la primera ciudad de América.

El 5 de diciembre de 1492, los navegantes llegaron a la isla sin conocer su ubicación exacta. Decidieron construir el fuerte Navidad después de que la Santa María naufragara, con el Almirante apresurándose de regreso a España para compartir noticias de sus descubrimientos.

Los colonizadores enfrentaron desafíos en su búsqueda de riqueza y aventura, con la necesidad de defender sus asentamientos volviéndose evidente. La resistencia de Caonabó llevó a la muerte de 39 españoles en el Fuerte Navidad, lo que provocó una búsqueda de él.

Los colonos españoles estaban decididos a acumular riqueza, buscar aventuras y enriquecerse en las nuevas tierras. Su enfoque principal estaba en la fortuna material y las ganancias terrenales, lo que los llevó a establecer asentamientos como Isabela.

Bartolomé Colón, hermano del almirante, llegó al nuevo mundo. Era un navegante, cartógrafo y el segundo gobernador general de las Indias. Bartolomé era conocido por su fuerte carácter, similar a su hermano Cristóbal. Entre 1496 y 1498, buscó una ubicación estratégica, fundando finalmente Santo Domingo como la primera capital europea en el nuevo mundo.

Bartolomé Colón fundó Santo Domingo en la orilla izquierda del río Ozama, convirtiéndose más tarde en la capital de la isla española. Los humildes comienzos de la ciudad en un domingo llevaron a su nombre en honor a Santo Domingo. Bartolomé tenía como objetivo establecer el nuevo asentamiento urbano como un centro importante, nombrándolo 'Santo Oficio' o 'Santo Domingo de Guzmán'.

Bartolomé Colón participó activamente en la construcción de Santo Domingo, utilizando materiales similares a los utilizados por los indígenas. El desarrollo de la ciudad fue crucial para los colonos españoles, fomentando la convivencia con la población nativa desde el principio.

Siguiendo las instrucciones del almirante, Bartolomé se centró en las operaciones mineras en el sur, lo que llevó a duras condiciones para la población indígena. La codicia de los colonos y el maltrato a los nativos provocaron disturbios y levantamientos, culminando en una conspiración contra los hermanos debido al hambre, la discordia y la mala gobernanza.

La gente se queja de la falta de fortuna, escasez de alimentos y hambruna. Se sienten engañados por JCE y la familia Colom, acusándolos de enriquecerse a expensas de los demás. La situación es grave y el descontento entre la población es palpable.

Los tres hermanos tienen motivos para estar preocupados ya que las respuestas de la Corona son inminentes. Están cautelosos con Roldán y la situación deteriorante en la isla.

La Corona Española envía a su administrador e inquisidor, Francisco de Bobadilla, para abordar el estado caótico de la colonia. A su llegada, encuentra una escena sombría con ejecuciones, hambre y colapso económico. Bobadilla arresta a colonos y los envía de regreso a España, pero sus acciones solo proporcionan soluciones temporales y molestan a la Corona con decisiones no autorizadas.

Nicolás de Ovando llega a la colonia con una flota de 32 barcos, con el objetivo de establecer un asentamiento humano significativo. Trae consigo a varios individuos hábiles, hombres y mujeres de todas las edades, para revitalizar la colonia. Ovando sigue instrucciones precisas de la Corona para implementar estructuras políticas, económicas y religiosas para la colonización.

Bartolomé de las Casas, un joven que llegó con Nicolás de Ovando, más tarde se convierte en una figura prominente en eventos históricos. Con el paso de los años, se convierte en sacerdote dominico y un firme defensor de los derechos indígenas. Su dedicación a la escritura le permite documentar y compartir estos eventos significativos.

A pesar de la intención proclamada de evangelizar y convertir a los nativos, los colonizadores terminan esclavizándolos. Comparten tierras, sueños, alimentos y espacios de vida, pero al final convierten a los nativos en esclavos. Surgen quejas de figuras religiosas en la isla, resaltando la hipocresía de las acciones de los colonizadores.

El acta nos informa que había una prohibición de utilizar a los indígenas para el trabajo, y en su lugar, la directiva era traer esclavos. La población indígena debía ser considerada súbditos de la corona, al igual que los españoles, como hombres libres con derechos.

Durante ese tiempo, el orador, que también tenía individuos indígenas a su servicio, presenció la desobediencia hacia las órdenes de la corona. Sintiéndose culpable por ser parte del sistema, se dio cuenta de la injusticia tanto de la esclavitud africana como indígena.

Se dieron instrucciones a Ovando para construir un asentamiento permanente en la isla de acuerdo con las directrices de la corona española. Esto marcó el comienzo de que la ciudad fuera vista como tal, llegando a ser conocida como la 'Primada de América'.

Una advertencia del almirante sobre una tormenta severa que se acercaba, posiblemente la más grande jamás vista, fue ignorada por Ovando. Creyendo que era un ardid para violar la prohibición en su contra por parte de los reyes, la advertencia fue desatendida.

Después de la devastación causada por el huracán, los españoles hicieron esfuerzos para reconstruir y recuperar lo poco que quedaba en pie. A pesar de los desafíos, el proceso de reconstrucción comenzó, significando un nuevo comienzo y visión para el desarrollo de la ciudad.

Un cambio en la toma de decisiones llevó a una nueva visión para el desarrollo de la ciudad en el lado oeste del río. Factores como el intercambio comercial, el acceso para barcos y la proximidad a establecimientos mineros influenciaron la elección de la ubicación para construir una nueva ciudad.

La construcción de la ciudad implicó el uso de materiales duraderos como piedra y ladrillos, aplicando conocimientos de construcción traídos de España. La ciudad fue planeada para estar a la par con las ciudades europeas, reflejando una mezcla de influencias arquitectónicas europeas y locales.

Ovando inició la construcción de edificios de piedra en Santo Domingo debido a los frecuentes huracanes en la zona durante el período de intensa actividad huracanada. Esta decisión se tomó para garantizar la colonización y permanencia del asentamiento. La construcción comenzó con una fortaleza, siguiendo un mandato y estilo que fueron descritos como muy andaluces y extremeños.

La construcción de una fortaleza en Santo Domingo marcó el comienzo de muchos desarrollos en la región. Esta fortaleza, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1990, fue la primera fortaleza en el Nuevo Mundo. Con el tiempo, vio ondear las banderas de España, Francia, Inglaterra, Haití y los Estados Unidos. También sirvió como espacio público y prisión, albergando prisioneros importantes en diferentes momentos.

Debido a la prevalencia de plagas y enfermedades desconocidas, Ovando consideró la construcción de un gran hospital en Santo Domingo. Este hospital, el primero de su tipo en la región, también integraba el primer templo de piedra en las Américas. Nombrado en honor al patrón de los marineros, San Nicolás de Bari, este hospital se convirtió en un modelo para otras instalaciones de salud en el Nuevo Mundo. A pesar de inicialmente atender a más de 60 personas al día, fue finalmente abandonado a mediados del siglo XVIII por razones que aún se desconocen.

Las calles en Santo Domingo fueron trazadas en un patrón de cuadrícula, similar al de las ciudades europeas. La calle principal, conocida como Calle de las Damas, era donde María de Toledo, la esposa del Virrey Diego Colom, paseaba con su séquito. Esta calle, también llamada la Calle de las Damas, sirvió como base para el diseño de la ciudad, con un sistema de cuadrícula que se convirtió en el nuevo estándar para la construcción en la ciudad durante la Baja Edad Media.

Las calles de Calle del Palacio y Calle del Convento en Santo Domingo albergan importantes hitos históricos como la Fortaleza Ozama, la Audiencia Real y la casa de Rodrigo de Bastidas. Estas calles también cuentan con casas de la época colonial pertenecientes a prominentes miembros de la ciudad, con el telón de fondo del Alcázar de Colón y la actual Plaza de España.

La Casa de Contratación y la Real Audiencia eran edificios administrativos clave en Santo Domingo, sirviendo como los lugares principales para decisiones importantes en el Nuevo Mundo. La Casa de Contratación controlaba el monopolio comercial de bienes que entraban y salían de las colonias, mientras que la Real Audiencia actuaba como el primer tribunal judicial en el Nuevo Mundo. Estos edificios ahora están unificados en el Museo de las Casas Reales de los Santos.

La Casa de Contratación en Santo Domingo fue crucial para gobernar el monopolio comercial de bienes en las colonias. Era responsable de regular el flujo de mercancías que entraban y salían de los reinos, estableciendo control sobre las actividades comerciales. Esta estructura, junto con la Real Audiencia, desempeñó un papel fundamental en la configuración del gobierno y la economía de la región.

Los edificios en Santo Domingo reflejaban una mezcla de estilos arquitectónicos españoles e indígenas, con estructuras hechas de piedras y ladrillos que recordaban a las de España. Las casas, construidas por colonos de Andalucía y Extremadura, mostraban una influencia arquitectónica andaluza y extremeña distintiva, creando un ambiente familiar para los primeros habitantes de la ciudad.

El gobernador Nicolás de Ovando participó en un encuentro significativo con la Cacica Anacaona en el cacicazgo de Jaragua. Anacaona, descrita como una mujer culta y respetada, organizó una reunión donde los jefes indígenas rindieron homenaje a los españoles. Esta reunión fraternal mostró un respeto mutuo y un intercambio cultural entre los indígenas y los colonizadores españoles.

Se produjo un malentendido cuando el Gobernador Ovando se dirigió a los líderes, mujeres y niños de la región, lo que llevó a una interpretación errónea de que los indígenas estaban planeando un levantamiento contra los cristianos. Esta falta de comunicación escaló las tensiones y resultó en un giro trágico de los eventos, resaltando los desafíos de los malentendidos culturales y las dinámicas de poder en las interacciones coloniales.

El gobernador, conocido por su comportamiento nervioso, tenía una clara intención de explotar a la población en condiciones terribles. Aplicó su experiencia dentro de la orden de Alcántara, centrándose en pacificar la isla, establecer la colonización y someter a la población indígena a través de infames masacres como las de Higüey y Jaragua.

Después de 4 años de la llegada del gobernador, solo quedaban 60,000 indígenas en la isla, marcando un declive significativo en su población.

La desaparición de los nativos llevó a la introducción de esclavos africanos en la isla, transformándola en un centro para la instalación y venta de esclavos.

Varios personajes destacados como Alonso de Ojeda, Diego Velázquez, Juan de la Cosa, Hernán Cortés, Francisco Pizarro y otros pasaron por la isla, contribuyendo a su historia como una parada significativa para conquistadores y exploradores.

Bajo el gobierno de Ovando, se fundaron múltiples aldeas, incluyendo Aso de Compostela, Salvaleón de Higüey, Cotuí, Puerto Plata y otros, sumando un total de 15 aldeas. La isla se estaba llenando rápidamente de asentamientos, enfatizando la necesidad de expansión territorial y exploración para maximizar la productividad.

Los colonos españoles en Santo Domingo utilizaron sus conocimientos de construcción de Europa para construir las estructuras necesarias para el desarrollo de la ciudad según lo ordenado por Obando. La llegada de órdenes religiosas consolidó aún más la importancia de la ciudad, lo que llevó a la construcción de edificios significativos.

Santo Domingo enfrentó desafíos como ser saqueado por el pirata Francis Drake en 1586, sufrir daños por terremotos, batallas y el dominio haitiano. Sirvió como sede de gobierno y distribución de agua a través del primer acueducto de la ciudad.

Al llegar Colón en 1509, se realizaron cambios administrativos significativos, con la distribución de roles y demandas entre sus asociados. Su estilo de gobierno, incluido el trato severo a los indígenas, provocó confrontaciones y su posterior destitución por el rey en 1515.

Frailes dominicos, educados en la Universidad de Salamanca, jugaron un papel crucial en la defensa de los derechos indígenas. Figuras como Fray Pedro de Córdoba y Fray Antonio de Montesinos promovieron nobles ideales, auténticos principios cristianos y un enfoque en la evangelización.

Diego Colón encargó la construcción de un palacio con cincuenta y cinco habitaciones, similar a los de España. Este palacio, que sirvió como la primera residencia virreinal en el Nuevo Mundo, mostraba la influencia arquitectónica de la época colonial.

El Palacio Virreinal, con vistas a la Plaza de España y al río Ozama, es la residencia virreinal más antigua de las Américas. Convertido en un museo, exhibe muebles de época, arte, instrumentos y armas. El palacio fue renovado en la década de 1950 por el arquitecto Javier Barroso.

Los Astilleros Reales, antes cruciales para el envío de mercancías y la reparación de barcos con destino a otros continentes, ahora se erigen como un sitio histórico cerca del Alcázar. Este lugar desempeñó un papel vital en las actividades marítimas durante el período colonial.

Fray Pedro de Córdoba, al darse cuenta de la ausencia de personas indígenas en la iglesia, se encargó de asegurar su presencia. Realizó una misa al día siguiente, respetando la cultura de los nativos y explicándoles la fe católica. Este acto despertó el interés de la población indígena, enfatizando la importancia de la inclusividad y el respeto cultural en los esfuerzos de evangelización.

La explotación de los pueblos indígenas, desde Colón hasta Bobadilla y perfeccionada por Ovando, se basaba en un marco legal. Ovando recibió el mandato de España y estableció un sistema que no buscaba alterar, sino explotar a la población indígena. Esta explotación llevó a luchas de poder dentro de los grupos, con los asociados de Ovando resistiendo los intereses del virrey.

La Corona Española ordenó el establecimiento del primer tribunal en el Nuevo Mundo, conocido como la Real Audiencia y Cancillería de Santo Domingo. Este tribunal, liderado por el gobernador que a menudo era nombrado por el rey, tenía poderes judiciales, administrativos y de gobierno sobre la población de América. Hacía cumplir las leyes de la Corona y garantizaba justicia para todos los habitantes, desempeñando un papel crucial en mantener el orden y defender el estado de derecho.

Se hicieron planes para construir el primer convento en América, que también albergaría la primera universidad en Santo Domingo. La universidad, que combinaba estilos góticos y barrocos, tenía como objetivo educar e iluminar a la población. Esta iniciativa simbolizaba el compromiso con la educación, la espiritualidad y la difusión del conocimiento en el Nuevo Mundo.

La primera construcción católica en el Nuevo Mundo, conocida como el gótico isabelino, fue una pequeña capilla donde Montesino defendió los derechos de los indígenas. Con el paso de los años, fue afectada por piratas, huracanes y la ocupación haitiana. En 1954, los dominicos recuperaron la posesión del edificio, que había albergado varias órdenes religiosas.

Muchos frailes dominicos y franciscanos llegaron a la isla con el objetivo de evangelizar a la población indígena. Pasaron 18 años para que los nativos escucharan sobre Dios por primera vez y tuvieran sus derechos defendidos, marcando un momento significativo en la historia de la defensa de los derechos humanos.

Los dominicanos reconocieron la necesidad de llamar la atención de las autoridades de la isla sobre los problemas indígenas. Colectivamente discutieron y escribieron un sermón para abordar la explotación de los nativos, enfatizando la importancia de defender los derechos humanos básicos.

El 21 de diciembre de 1511, Fray Antonio de Montesinos pronunció un poderoso sermón acusando a los españoles de vivir en pecado mortal debido a su maltrato hacia los indígenas. Su discurso enfatizó la igualdad natural de todos los individuos, sentando las bases para futuros movimientos de derechos humanos.

El sermón de Montesinos reunió a los individuos más influyentes de la ciudad, dando lugar a un momento histórico con consecuencias de gran alcance. El discurso desafió las normas sociales y sentó un precedente para abogar por los derechos y la dignidad de todos los individuos, resonando a lo largo de los siglos.

En su sermón, Montesinos condenó a los españoles por su crueldad y tiranía hacia los indígenas, cuestionando la autoridad moral detrás de sus acciones. Destacó el trato inhumano, el trabajo forzado y la violencia infligida a los nativos en la búsqueda de oro, desencadenando un momento crucial en la historia.

El sermón de Montesino fue un momento crucial en la historia, desafiando la legitimidad de la conquista y colonización española de América. Marcó la primera defensa pública de los derechos humanos, cuestionando la crueldad y tiranía hacia la población indígena. El sermón denunció la esclavitud de los nativos pacíficos y clamó por justicia, sentando las bases para un movimiento en defensa de los derechos de los oprimidos.

Diego Colón, representando a la corona, fue desafiado públicamente por un joven fraile en una audaz jugada que sorprendió a España. Esta confrontación llevó a cuestionar la legitimidad de la conquista de América y provocó discusiones sobre los derechos humanos. El incidente causó indignación pública y humillación para Diego Colón, avivando debates sobre el trato a las poblaciones indígenas.

El sermón de Montesino tuvo un profundo impacto en la historia, siendo comparado con la Última Cena en su significado. Inició un movimiento para defender los derechos de las poblaciones indígenas, aunque la implementación práctica enfrentó desafíos debido a intereses económicos. El sermón sentó las bases teóricas para leyes que defienden a los marginados, convirtiéndolo en un hito en la historia de la defensa de los derechos humanos.

La construcción de la catedral, un hito significativo en el Nuevo Mundo, comenzó en 1519 pero no se completó y consagró hasta 1541. La catedral simbolizaba el pináculo de la representación de la iglesia en la región, significando la importancia de la religión en el proceso de colonización. Su construcción retrasada reflejaba los desafíos y complejidades de establecer instituciones religiosas en las Américas.

La primera catedral en América, la Catedral Metropolitana y Primada de América, fue construida en Santo Domingo. Está construida con piedra caliza en estilo gótico con bóvedas blancas como la nieve, cubriendo un área de más de 3000 metros cuadrados. La catedral alberga un vasto tesoro artístico de retablos, pinturas, incluyendo la pintura de la Virgen de Altagracia de 1533, muebles, monumentos y lápidas, incluyendo la de Simón Bolívar y, por un tiempo, los restos de Cristóbal Colón.

La primera universidad en el Nuevo Mundo, la Universidad de Santo Domingo, más tarde conocida como la Universidad de Santo Tomás y Aquino, fue establecida. Fue fundada por el Papa Pablo III en 1538, convirtiéndola en la universidad más antigua de las Américas. La universidad inicialmente ofrecía cursos en cánones y teología, siguiendo el modelo de universidades como la Universidad de Salamanca. Jugó un papel crucial en la educación de académicos que luego fundaron universidades en toda América.

La Universidad de Santo Domingo sufrió varios cambios de nombre y cierres, notablemente en 1822 durante la invasión haitiana y más tarde durante la era de Trujillo. La universidad fue revitalizada con el establecimiento de la ciudad universitaria y la construcción de varios edificios de facultades. En 1961-1962, obtuvo autonomía y estatus legal.

Pedro de Isla, un hombre de Dios y de negocios, buscó crear una comunidad para los pocos indígenas que quedaban en el Caribe. Después de tres años, solo se encontraron once sobrevivientes y fueron llevados a la isla española, donde se les proporcionó tierra, ropa y apoyo. A pesar de ser los últimos restos de su pueblo, fueron acogidos y cuidados por Pedro de Isla.

Solo quedaban once individuos indígenas en el Caribe, con recuerdos de sus orígenes desvaneciéndose. Pedro de Isla los acogió como hijos de Dios, proporcionándoles lo necesario y orientación espiritual. A pesar de ser los últimos de su especie, fueron abrazados y apoyados por la comunidad.

Los colonizadores españoles dejaron a la población Lucaya susceptible a la esclavitud y deportación a los principales centros comerciales. Las estimaciones sugieren que alrededor de 20,000 a 25,000 Lucayans fueron esclavizados, aunque algunos argumentan que el número era más cercano a 40,000. Este desplazamiento masivo llevó a un genocidio significativo ya que la población no acostumbrada pereció durante el viaje o poco después de llegar a Santo Domingo y otros centros de producción. Las atrocidades cometidas fueron tan graves que los cuerpos fueron arrojados por la borda, simbolizando un verdadero genocidio.

Los esfuerzos por proteger y asimilar a la población indígena resultaron inútiles, ya que las intervenciones tardías y los intentos de hacerlos sentir como hermanos fracasaron. Los conquistadores infligieron un infierno en la tierra a los nativos, llevándolos a sentir desesperanza, soledad y resignación. Los indígenas, enfrentando la desesperación y la falta de perspectivas, finalmente sucumbieron a los colonizadores, abandonando sus formas de vida tradicionales.

La defensa de Bartolomé de las Casas de los derechos de los pueblos lucayos desencadenó el famoso debate de Valladolid en 1550. El debate enfrentó la perspectiva aristotélica, representada por Juan Ginés de Sepúlveda, contra la postura crítica de Las Casas. La discusión se centró en el trato de los pueblos indígenas en el Nuevo Mundo, lo que llevó a un decreto papal y real para un debate urgente en Valladolid. Las Casas defendió los derechos indígenas contra los argumentos de Sepúlveda que justificaban la esclavitud basada en la superioridad racial.

Durante el debate de Valladolid, Las Casas enfatizó la humanidad de los pueblos indígenas, afirmando que eran descendientes de Adán y Eva, poseyendo almas inmortales. Argumentó que merecían un trato igual con humildad y justicia, abogando por leyes para protegerlos de la esclavitud. La postura de Las Casas resaltó la necesidad de compasión y equidad hacia la población indígena, enfatizando su dignidad inherente y derechos como seres humanos.

Las leyes se establecieron para liberar a aquellos que estaban esclavizados y asegurar que no fueran despojados de sus tierras, considerándolos como súbditos de la corona. Estas leyes tenían como objetivo continuar la conquista y aplicarlas de manera efectiva.

Estrategias para la pacificación y conquista fueron discutidas, enfatizando la necesidad de prevenir acciones excesivas que se habían cometido en el pasado. Estas estrategias resultaron exitosas en conquistas como las Filipinas y otros territorios, aunque algunas regiones enfrentaron la extinción debido a las acciones españolas.

Reflexionando sobre los éxitos y fracasos de las conquistas, el orador contempló las complejidades de sus luchas. A pesar de enfrentar desafíos, obras significativas como 'La Historia de las Indias' fueron publicadas, dejando un legado duradero incluso siglos después de la muerte del orador.

La aventura de los primeros exploradores marcó solo el comienzo de un legado que abarcó siglos. El lugar de nacimiento del orador evolucionó en una puerta clave hacia las Américas, presenciando desarrollos significativos como el establecimiento de hospitales, monasterios, fortalezas y otras instituciones que moldearon la historia de la región.

La ciudad experimentó transformaciones significativas, evolucionando de un humilde pueblo a una bulliciosa metrópolis con más de 3 millones de habitantes. Abrazó sus raíces históricas mientras miraba hacia un futuro moderno e inclusivo, simbolizando resiliencia, progreso y una visión colectiva para un mañana mejor.

La ciudad aspira a convertirse en un espacio de equidad y bienestar para todos sus residentes, preservando su rica herencia mientras adopta un enfoque progresista. Con una población diversa dedicada a construir un futuro mejor, la ciudad busca cumplir los sueños de sus habitantes y crear una comunidad armoniosa y próspera.